Salimos de la ciudad de Ayacucho a las 9 a.m., justo cuando estaba empezando el desfile militar en la Plaza de Armas. Todos los domingos ocurre lo mismo, un grupo de soldados marcha al ritmo de la banda e iza la bandera peruana. Como para que a nadie se le olvide quien manda acá y de paso para hacernos recordar (y en lo posible nunca olvidar) la historia de violencia que sufrió esta hermosa ciudad y sus alrededores. Nivardo, nuestro taxista, no estuvo exento a las atrocidades vividas durante la época del terrorismo.

Para eso visitamos estos lugares antes totalmente alejados del circuito turístico, los recorremos para sacar sus historias y su belleza a la luz

Mientras andábamos los ondulantes caminos que nos llevarían a conocer la ciudad de Huanta, él nos contaba donde estaban los puestos de control del ejército y como los senderistas los bombardeaban desde las colinas cercanas. Sin embargo, lo más duro fue lo que escuchamos de su boca cuando ya estábamos más en confianza, la historia viva, o mas bien muerta, de Ayacucho que estaba frente a nosotros. Nivardo perdió a su padre cuando era un niño, los terroristas lo ajusticiaron delante de él y de sus 3 hermanos. Era un terrateniente culto y autoridad municipal, por tanto peligroso. El hermano mas pequeño no grito, ni lloró. Luego de ver y vivir esa escena no pudo volver a hablar nunca más. Sus cuerdas vocales estaban intactas, pero una parte de su alma estaba muerta. Nivardo por el contrario, vive para contar su historia y nosotros debemos encargarnos de que esta no se vuelva a repetir jamás. Para eso visitamos estos lugares antes totalmente alejados del circuito turístico, los recorremos para sacar sus historias y su belleza a la luz. El paseo que hicimos con Nivardo fue probablemente uno de los mas auténticos que hemos hecho por el Perú y nos sirvió para abrir un poquito más nuestra mente.

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Plaza de Armas de Huanta

Hoy el norte de Ayacucho es un territorio que se puede visitar con facilidad desde la ciudad de Huamanga. En todo un día se pueden recorrer sus principales atractivos. Nosotros salimos del hotel por la mañana con todas nuestras cosas y luego del paseo terminamos directamente en el aeropuerto para tomar el vuelo de regreso a Lima. Las ciudades y los mercados estaban llenos de vida, los tiempos donde todos contra todos han pasado a la historia y lo que queda es la cultura viva de un pueblo alegre, sus verduras, sus frutas, su puca picante de cuy y todo lo que un viajero puede pedir.

Huanta: el mercado multicolor mas autóctono del Perú

El pueblo de Huanta está a 55 Km. al norte de la Ayacucho y es la capital de la provincia que lleva el mismo nombre. Fuimos porque nos dijeron que los Domingos, su mercado era el mas grande del departamento y que veríamos a gente de todos los caseríos de la zona vendiendo sus productos en el pueblo. Llegamos e inmediatamente supimos que estábamos presenciando uno de los mejores espectáculos culturales que habíamos vivido jamás en el Perú.

Estamos acostumbrados a ir a mercados “locales” invadidos por turistas, pero este fue la excepción. Sin lugar a dudas es el mercado mas increíble al que hemos ido en nuestra vida (si, no estamos exagerando). Había muchísimo movimiento, productos frescos ofrecidos por los mismos agricultores, gente local con vestimentas locales y ninguna tienda de souvenires. Los únicos “recuerdos” que puedes llevar a casa son flores, choclos y unos deliciosos quesos ayacuchanos para compartir con la familia. Podíamos habernos quedado ahí todo el día paseando, pero sabíamos que todavía había mucho mas que ver.

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La siguiente parada fue el mirador, desde donde se veía toda la ciudad y sus alrededores. Es increíble pensar que esta región fue la mas afectada por la violencia terrorista de la década de los 90s. La Comisión de la Verdad (CVR) estima que casi la mitad de las victimas del conflicto fallecieron en Ayacucho y de estas, casi la mitad se encontraba en las provincias de Huanta y La Mar.

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Mirador del pueblo de Huanta

El típico tour de las afueras de Ayacucho no incluye una visita a Huanta, un grave error que tú, amigo viajero, no deberías de cometer y acá estamos para asegurarnos de eso.

Wari y Quinua: Pasado de conquistas y rebeliones emancipadoras

Salimos de Huanta con rumbo a Quinua y en el camino hicimos una parada en el complejo arqueológico Wari. Este fue uno de los centros urbanos mas grandes del Perú preincaico y su imperio abarcaba un vasto territorio  desde el norte de Cajamarca hasta Cusco por el sur. En la actualidad existe un interesante museo de sitio y las ruinas aledañas se encuentran bien cuidadas (Entrada = S/ 3 por persona). Nosotros hicimos el paseo con Ruben, un niño de 10 años quien nos explicó con gran esmero los detalles sobre las construcciones y sobre las tradiciones de esta cultura.

Nuestro siguiente destino estaba en la falda de los cerros encima del pueblo de Quinua. Ahí, en la famosa Pampa de Quinua (Entrada = S/ 2) , se desarrolló en 1824 la Batalla de Ayacucho, última batalla de la gesta independentista peruana (y latinoamericana) contra los españoles. Al margen de la importancia histórica, la vista es hermosa y el obelisco es perfecto para tomar fotos con el fondo azul del cielo. Nosotros almorzamos en uno de los puestitos de comida que están en la entrada del lugar, sin embargo no lo recomendamos ya que el servicio fue pésimo y la comida no muy buena. André probó la famosa Puca Picante Ayacuchana, un guiso muy rico hecho a base de maní. El sabor no estaba mal pero el cuy raquítico con las justas y tenía pellejo.

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Obelisco, Pampa de Quinoa

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Por último, bajamos a Quinua, conocido por ser un pueblo de artesanos. Visitamos varios de los talleres y paseamos por la hermosa Plaza de Armas. No dejen de visitarla ya que ahí está La Catedral del pueblo, la cual a pesar de no ser muy grande destaca sobre las otras miles de iglesias de la zona por sus colores y su sencillez.

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La Catedral de Huanta

La siguiente parada para nosotros fue el aeropuerto a las 4:00 p.m. donde nos despedimos de Nivardo como viejos amigos. Las afueras de Ayacucho nos sorprendieron por su humildad y sinceridad. Sin grandes pretensiones, ni grandes atractivos turísticos, nos mostraron un lado del Perú que incluso nosotros no conocíamos; el día a día de las personas viviendo como la hacían hace miles de años con el paisaje andino de fondo maravilloso.

Datos prácticos:

Taxi privado por el norte de Ayacucho = S/ 380
(Huanta, Wari, Pampa de la Quinua y pueblo de Quinua)

Taxi Nivardo : 999-727-235

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Con Nivardo