Tipo de viaje: en familia
Duración: 3 días

Cuando pensábamos en La Habana, lo primero que visualizábamos es un viaje en el tiempo, una ciudad suspendida en un constante retardo material. Imaginábamos a un pueblo oprimido y hasta cabizbajo. Sin embargo, con solo tocar suelo cubano, nuestra perspectiva cambió completamente y durante los siguientes 3 días que pasamos en la capital, vivimos una ciudad vibrante, hermosa y feliz. La Habana mas que estar suspendida en el tiempo, vive en un universo paralelo. En las calles no hay vallas publicitarias ya que (casi) no hay negocios privados, los pocos carteles están reservados para el estado y su propaganda, en el único que vimos durante el trayecto desde el aeropuerto al hotel se leía: ‘’Bloqueo: el genocidio mas largo de la historia’’. Tampoco hay grandes tiendas y menos bodegas con mucha variedad de productos. En el universo isleño la vida transcurre con mucha calma (con mucha mucha calma), el concepto capitalista del tiempo no existe, la gente vive con pocas cosas y con mucha alegría.

Siempre viajamos buscando lo exótico, lo diferente, lo que nos haga sentir en un mundo ajeno. Con esa intención hemos llegado hasta Camboya, Malasia, Myanmar o Marruecos. Pero mucho mas cerca, a solo 5 horas en avión desde Lima, encontramos ese mundo distinto en Cuba.

Un mundo en el que no existe la delincuencia, pero en el que la gente solo tiene para vivir el día a día, un mundo en el que no existe la desnutrición ni el analfabetismo, en el que la alegría y la decencia se respira en el ambiente pero un mundo también en el que la libertad es privilegio de unos pocos.

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Calles de Cuba

Cuba es sinónimo de contradicciones. En la realidad inventada y distorsionada por sus políticos revolucionarios, existen dos monedas distintas, el peso cubano y el peso convertible (CUC), que es el que usan los turistas. Un CUC equivale a un Euro. Alrededor de 30 CUCs al mes es el sueldo de un médico en la isla y lo mismo cuesta una cena en un restaurante turístico en La Habana. Es una sensación, por decir lo menos, extraña, la de comer muy bien, en un establecimiento al que sabes que el 99% de la población local no puede acceder. Pero finalmente, en muchas (o casi todas) partes del mundo ocurre lo mismo, lamentablemente.

¿Y cómo disfrutamos de La Habana Sin Largavistas? ¿cómo nos mezclamos con la gente local, conversamos sobre su realidad para entenderla y no para juzgarla? ¿Dónde está la verdadera Cuba? Es muy fácil, está en todos lados y eso es parte de la belleza de la isla. Hablamos el mismo idioma y además los Cubanos son súper mega amigables, alegres y educados. Entonces cualquier paseo por las calles de la ciudad es la excusa perfecta para ver a la gente en su día a día y para conversar. ¿Los mejores lugares para hacerlo? El malecón, el parque Copelia y cualquier lugar de rumba.

La Habana Sin Largavistas en 10 pasos:

  1. Corre por el malecón
    Salimos muy temprano a hacer un poco de deporte y disfrutamos del malecón solitario. Nos encanta salir a correr por las mañanas porque vemos a la urbe despertar. Es normalmente una de las postales mas auténticas de una ciudad, la menos distorsionada por el turismo masivo. La gente local empieza su rutina diaria mientras nosotros observamos. Es importante salir antes de las 7:30am, ya que después el calcinante sol caribeño hace que te derritas con solo caminar. Es además una excelente forma de hacer un primer reconocimiento de la geografía Habanera.

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    7:00 a.m. – Malecón de La Habana
  2. Pasea en un descapotable antiguo por Centro Habana y Vedado
    Frente al teatro García Lorca, muy cerca al capitolio se estacionan decenas de coches clásicos de los años 50; Chevrolet, Ford, Dodge, Oldsmobile, Mercury, Studebaker, Plymouth, Pontiac, Buick, la mayoría de ellos descapotables. Por aproximadamente 30 CUCs, date un paseo por los principales puntos turísticos de centro Habana y Vedado como la Plaza de la Revolución, el cementerio de Colón y el gran parque metropolitano. Pero claro, al margen de la escenografía, lo mejor es sentir el aire en la cara sentado en el asiento trasero del auto prehistórico que te transporta.

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    Teatro Garcia Lorca

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    El Che Guevara – Plaza de la Revolución
  3. Camina por los jardines del Hotel Nacional
    Luego de pasear en el coche antiguo puedes pedirle al chofer que te deje en el Hotel Nacional. Este majestuoso edificio fue inaugurado en 1930 y ha visto pasar por sus salones y jardines innumerables capítulos de la historia cubana. Pasea por los jardines, visita las exposiciones, tomate un mojito en la terraza frente al mar y abre bien los ojos por si te cruzas con algún famoso disfrutando de sus vacaciones.
  4. Tómate un helado en Plaza Copelia
    Saliendo del Hotel Nacional, siguiendo de frente por la calle principal y caminando 4 cuadras, llegarás a la Plaza Copelia. La reconocerás por las interminables colas que se forman para entrar a la heladería que se encuentra en el recinto ubicado en el medio del parque. Es un lugar muy popular entre los Habaneros para disfrutar en familia ya que los helados se pagan en moneda local y el ambiente al aire libre es muy agradable. Para los turistas hay un salón hermético con aire acondicionado en un segundo piso sin sin colas y sin gracia, ahí los mismos helados se pagan en CUCs y cuestan 10 veces más. Lo lindo es estar con la gente local, conversar y pasar el rato, los helados son lo de menos.
  5. Mueve las caderas en el Callejón de Hamel
    Los tambores africanos resuenan en este callejón todos los domingo a partir del medio día. El espectáculo es interesante antropológicamente hablando ya que se trata de rituales afrocubanos llenos de fervor y algarabía. Lo negativo es la cantidad de gente y la presión hacia los turistas para comparar souvenires, ‘’arte’’ y otras cosas. Nosotros tuvimos la suerte de conocer a una pareja de Habaneros a dos cuadras del callejón, quienes fueron grandes anfitriones y nos evitaron gran parte de las molestias.

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    Callejón de Hamel
  6. Visita el Museo de la Revolución
    El atractivo es el edificio mismo donde se ubica el museo. También es divertido pasear por los innumerables salones con propaganda revolucionaria y por las exposiciones que rinden culto al dios Fidel y a los héroes de la revolución cubana. Saliendo por la parte posterior del museo está el mismísimo Granma, el barco con el que Fidel desembarcó en Cuba para iniciar su gesta. La plaza frente al museo es hermosa, con niños jugando y vista a los fuertes de la bahía.

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    Museo de La Revolución
  7. Piérdete en las calles de Centro Habana
    Los Champs-Élysées son a Paris lo que el Paseo del Prado es a La Habana. Hace solo unos meses Chanel transformó esta avenida en una pasarela. En un extremo del paseo está el capitolio, el cual merece una visita y en el otro el malecón. Pero además de caminar esta avenida principal, piérdete entre las callecitas de Centro Habana que cortan a la avenida. Siempre habrá gente en la calle, música, alegría y decadencia. Entrar a una tienda local donde venden productos básicos es toda una experiencia, al igual que tomar una cerveza en un barcito y conversar con la gente.

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    Calles de Centro Habana
  8. Walking tour por Habana Vieja
    En la zona de Habana Vieja el trabajo de rescate de las antiguas casonas y monumentos históricos es impecable. Empieza caminando por la calle Obispo hasta la Plaza de Armas. Ahí tuvimos la suerte de ver en vivo y completamente gratis a la Sinfónica de Cuba ¡Eran mas de 40 músicos tocando todo tipo de ritmos en plena plaza! Luego sigue hasta el canal, dale una vuelta al Castillo de la Real Fuerza y continua hacia la Plaza de la Catedral. Toma la calle Mercaderes, avanza 5 cuadras y estarás en la Plaza Vieja. Esta gran plaza es perfecta para sentarte a tomar cerveza artesanal en La Factoría Plaza Vieja. Con mas fuerzas luego de la cervecita busca la Plaza San Francisco de Asis, a solo un par de cuadras. Si todavía tienes fuerzas y el sudor no te ha consumido por completo, camina otro par de cuadras más hasta el museo del Ron en la calle San Pedro, frente al terminal de ferris. Si no tienes ganas de hacer el tour y lo que quieres es terminar con un verdadero mojito, al lado del museo está el bar Dos Hermanos. Ahí tomamos el mejor y mas auténtico mojito cubano, preparado como se debe, con paciencia y harta azúcar.

    Plaza Vieja La Habana
    Plaza Vieja
  9. Siéntate en el malecón a ver el sunset
    La Lonely Planet describe al malecón de La Habana como el teatro al aire libre mas grande del mundo. A la hora del atardecer, el espectáculo es hermoso, acompañado por los infaltables de Cuba, música y alegría. Nosotros estuvimos en la parte mas pegada al castillo San Salvador de la Punta donde había una carretilla que vendía mojitos y cervezas, lo cual animó bastante el ambiente.

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    Sunset en el malecón de La Habana
  10. Vive la noche en La Habana
    Ya sea yendo a tomar un trago en un bar de Habana Vieja como el Café Paris, saliendo a bailar en La Casa de la Música o disfrutando de un concierto de Jazz en La Zorra y El Cuervo, la noche en La Habana no está hecha para dormir.

¿Dónde Comer?

Paladar Doña Eutimia: Comida típica cubana en un ambiente clásico ubicado en una boca calle de Habana vieja, a media cuadra de la plaza de la catedral. La ropa vieja es épica y los frozen mojitos perfectos para refrescarte del calor caribeño. Donde Doña Eutimia uno se siente casi como si estuviera sentado en el comedor de la casa de un amigo.

Ivan Chef Justo: Ubicado en un segundo piso con aire acondicionado de la Calle Aguacate, ofrece comida mediterránea con aires cubanos de mar.

El Cocinero: Este restaurante con onda industrial está ubicado dentro de lo que fuera una fábrica de aceite vegetal y se accede a través de una escalera de caracol que rodea a la chimenea de ladrillos. El ambiente y la la decoración es increíble, la comida es buena al igual que la atención.

La Guarida: En el tercer piso de un antiguo palacete en ruinas, en una calle súper de Centro Habana se encuentra La Guarida. El calamitoso estado del edificio es parte de la experiencia. La terraza es preciosa y la comida muy buena. Recomendamos llegar poco antes del atardecer para verlo desde el bar que tienen en el último piso y luego pasar a la mesa.

La Guarida
La Guarida

Para todos se recomienda hacer reservas anticipadas.

¿Donde tomar, bailar y escuchar buena música?

La bodeguita del medio: Un clásico que no pierde vigencia. Cuando pidas un mojito o un cuba libre, ten mucha paciencia. En Cuba le rinden culto a la calma y este barcito no es la excepción. La música en vivo hace danzar a los parroquianos dentro y fuera del lugar. El espectáculo es ver bailar a los cubanos al ritmo del son y ver a los pálidos extranjeros haciendo el ridículo al intentar contornear sus inelásticos esqueletos. Al final lo importante es que todos se divierten.

la bodega del medio
La Bodeguita del Medio

O´Railay 304: Es un pequeño restaurante-bar en Habana Viaja con muy buen ambiente. Aunque nosotros solo pedimos tragos, escuchamos que la comida es también muy buena.

Fabrica de Arte Cubano (FAC): Esta antigua fábrica convertida en centro cultural es uno de nuestros lugares nocturnos favoritos de La Habana. Mezcla perfecta entre museo, galería de arte, centro cultural, bar y discoteca.

La zorra y el cuervo: Hay en La Habana, una cabina telefónica londinense por la que puedes acceder a un sótano donde encontrarás el mejor jazz de Cuba. Suena a que estábamos en algún tipo de droga alucinógena cuando tuvimos esa experiencia, pero no, fue real y hay videos que lo prueban. Lo que si es de otro mundo es la calidad de músicos que vimos esa noche. No te lo pierdas.