Fueron 3 semanas intensas, llenas de grandes alegrías pero también de frustraciones. Así como la vida misma. Nos vamos de Myanmar y de Asia, con una gran sonrisa. Nos llevamos de regreso las mochilas cargadas de experiencias surrealistas que bien podrían ser escenas de una película de Tim Burton. Nos llevamos también fotografías mentales de paisajes hermosos y gente linda. Pero sobre todo, volvemos habiendo sido transformados por el ritmo y la espiritualidad de este increíble país.
Nos alegra ver como hay una luz de esperanza al final del túnel para los Birmanos, que la dictadura militar se está desvaneciendo poco a poco y que la lucha por la libertad está rindiendo sus frutos. Sin embargo, se ve que todavía queda muchísimo por hacer para mejorar el nivel de vida de las personas. Creemos que el turismo responsable es una de esas tareas pendientes.
Ya iremos publicando más detalles de nuestro viaje. Eso nos servirá para recordar y compartir los momentos increíbles que pasamos.
Gracias a todos los que nos leen por ´´viajar´´con nosotros. Ojala hayamos podido también despertar en ustedes esa curiosidad y esas ganas de sorprendernos con las cosas simples de la vida.