Vivir Sin Largavistas no es solo viajar a los rincones más inéditos del planeta. Es una filosofía de vida basada en dejarnos sorprender por nuestro mundo donde quiera que estemos. Es vivir los lugares de cerca y caminar lentamente por el mundo, disfrutando de cada paso. Para vivir Sin Largavistas sigue estos diez concejos:
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- Maravíllate cada mañana con el amanecer y disfruta saliendo a correr o a hacer deporte muy temprano. Aprovecha cada momento que puedas para descubrir nuevas experiencias y para darle sabor a tu vida.
- Goza de la naturaleza de tu ciudad. Camina por los parques, explora los alrededores, monta bicicleta, nada. Si hay una montaña, sube a lo más alto; si hay un lago, crúzalo nadando; si hay un mar con olas, surféalas, siente su furia y si hay un bosque, piérdete en él.
- Ensúciate mucho. Siéntate en el pasto, métete al mar, échate en la arena. La ducha posterior hará que aprecies mil veces tu casa, tu cama y tu almohada.
- Viaja cada vez que puedas a donde puedas. Explora cada rincón del mundo. Aprovecha cada feriado para viajar por tu país, cada fin de semana para caminar tu ciudad y cada día para descubrir tu barrio. Un gran viaje puede durar un día o varios meses. El dinero es necesario pero hay formas de viajar barato. Lo demás son excusas.
- Relaciónate con la gente local, pregúntales sobre sus vidas, sobre sus anhelos y cuéntales un poco de donde vienes. Aprende un poquito de su idioma. Sawatdi kaaa!
- Vive en tu ciudad como si fueras un turista y viaja como si fueras un local.
- Apoya las iniciativas locales; compra artesanías, prueba comidas o bebidas callejeras, siente en carne propia lo que hace única a cada ciudad y a cada pueblo. Starbucks, Subways, H&M, Zara, Marriot y miles más están en todo el mundo. Lo difícil hoy es experimentar esa pequeña cafetería donde te sientes completamente inmerso en el lugar donde estás.
- Aprende siempre.
- No te frustres con los viajes interminables de los travel bloggers y con las frases inspiradoras de los pseudo gurus de la felicidad. Cada vida es distinta. Cada persona vive su vida a su manera y hace lo mejor que puede.
- Los viajes no son solo buenos, relajantes y divertidos. Viajamos para retarnos a nosotros mismos, para ampliar nuestros límites, para desafiar nuestros cuadrados mentales y todo eso cuesta. Lo valioso cuesta.